Todos tenemos secretos. Todos tenemos algo que ocultar.Callamos, mentimos, engañamos, fingimos. Tal vez por una buena causa o simplemente por dañar. No todo es creible y nada es imposible. No juzgues, detras de cada persona se esconde un mundo, el cual nunca llegaremos a conocer por completo y solo en la superficie podemos ser de titanio. Hay inseguridades, miedos, agujeros negros e incluso, un poco de maldad. Y si estás atento podrás descubrir esos demonios, ese lado oscuro que en ocasiones sale a la luz.
Cuando una persona llega a su límite, cuando ya no puede más, hasta un comentario insignificante puede derrivarla, hundirla.
Todo lo que hagas en tu vida, TODO, repercutirá en la vida de los que te rodean. Algunos queridos otros no tanto. Tal vez a la que llamaste un día gorda, pudo llegar a ser anoréxica. Tal vez al que llamaste afeminado acabó ocultando su condición sexual por miedo al rechazo. Tal vez, llamar mala madre a quien más te quiere en este mundo ha sido la mayor puñalada que le han podido dar. Tal vez, aquella persona a la que llamaron raro siente una profunda soledad. Todo se acumula, todo permanece y, en ocasiones, hay cosas que no llegan a cambiar. Si quieres vivir en paz contigo, ¿por qué no empiezas a aprender a vivir con los demás?