jueves, 31 de octubre de 2013

¿Vivir feliz o morir triste?

"Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón." Gabriel García Márquez.

Es así. Olvidar cuesta mucho para todos los que recordamos hasta el más mínimo detalle de una persona. Y esto no se debe a que tengamos muy buena memoria, que va. Sino que, a pesar de todo, no olvidamos a la persona que en su día nos hizo volar sin tener alas.

Ya sé que es difícil olvidarla, ya que con sólo escuchar esa canción que le dedicaste, con sólo visitar ese sitio especial donde tantas horas pasasteis, y con tan sólo pronunciar su nombre, vuelves a recordar todo. El primer roce, el primer abrazo, el primer beso.. no puedes olvidar lo que te hizo tan feliz. Es así de simple. Siempre estará ahí, ya sea en tu mente o en tu corazón.

Pero eso sí, hay muchas personas que darían cualquier cosa por verte sonreír. Sólo hay que encontrarlas, o mejor, dejar que te encuentren. La vida es así, si dejas que fluya todo llegará: no puedes forzar nada porque sino todo será demasiado artificial. Pero no te confundas. Déjala fluir pero vívela como si fuera el último día de tu vida. Ama, ríe, llora, corre, salta, bebe, folla... haz de todo y cuando quieras porque el tiempo pasa.. (lástima que no vivamos fuera del Sistema Solar, donde el tiempo no existe).

Así que ya sabes, no puedes olvidar a alguien que forma parte de ti, pero tampoco puedes vivir toda la vida aferrado a eso. Sal y disfruta pues lo único que tenemos seguro en esta vida es que todos acabaremos en una caja de madera o en una urna.

Tú eliges, ¿vivir feliz o morir triste?

martes, 22 de octubre de 2013

AMAR puede ser doloroso y placentero. Nadia sabría medir las dósis ni las proporciones. Cuántos instantes de alegría por cuántos de padecimiento? Siempre percibimos que el dolor dura más. La alegría, en cambio, se nos escapa.

l'amour

 En las historias de amor no hay siempre sólo amor, a veces, no hay ni un te quiero. Y sin embargo, queremos.

¡MOVILÍZATE!

Cada persona que se opone a este  rancio gobierno está poniendo una pieza en el puzle de nuestro futuro.

sábado, 19 de octubre de 2013

El amor no tiene edad porque nunca muere.

Las personas tenemos la necesidad de ser queridas y querer a alguien para ser felices. Es como el secreto de una vida feliz y entera. Pero cuando quieres a alguien que tiene años de diferencia contigo, ¿nos atrevemos a amar?

 A lo mejor, ese niñ@ "chic@" al que rechazas por el qué dirán es el amor de tu vida. O tal vez no. Eso no lo sabe nadie. Pero es mejor comprobarlo que vivir toda tu vida con la angustia de no saber "qué hubiera pasado..". Si realmente quieres a una persona, no te tiene que importar la edad, y ni mucho menos la opinión de la gente.

La verdad, yo no soy quien para hablar del amor, pero sí sé que, aunque te llamen de todo por querer a alguien más pequeño o grande que tú, tengo la seguridad de que no voy a vivir nunca con la duda "qué hubiera pasado si..". Hay que echarle huevos (ó ovarios) porque tienes que vivir la vida como te salga de lo antes mencionado. Es tuya y SÓLO TUYA (pronombre POSESIVO).

Por este motivo, vigila lo que dices ya que puedes enamorarte de la persona de la quien menos te lo esperes, independientemente de la edad, porque es así de capuya, pero a la vez maravillosa la vida. Así que cuando vayas por la calle y veas a un niño de 18 años con una de 15, no pienses que es un pederasta, porque el pederasta es aquél que abusa sexualmente de un menor y lo trata como objeto sexual. Por eso, cuida tus palabras ya que no sabes si algún día te vas a enamorar de aquél o aquélla que te pedía que le compraras las botellas de alcohol porque era menor de edad.

 El amor no tiene edad por eso nunca muere. Sólo se siente y punto. Es así de fácil.


 

viernes, 4 de octubre de 2013

Leyenda Sioux.

Cuenta una vieja leyenda de los Indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos- empezó el joven.
- Y nos vamos a casar- dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo… Queremos un hechizo, un conjuro o un talismán, algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos, que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar la muerte.
- Por favor… -repitieron – ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan enamorados y anhelantes esperando su palabra…
- Hay algo… -dijo el viejo- pero no sé… es una tarea muy difícil y sacrificada. 
- Nube Azul -dijo el brujo- ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos y cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de luna llena. ¿Has comprendido?
- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo- deberás escalar la Montaña del Trueno. Cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí viva el mismo día en que vendrá Nube Azul. ¡Salgan ahora!
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte y él hacia el sur.
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas. El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas: eran verdaderamente hermosos ejemplares.
- Y ahora, ¿qué haremos? -preguntó el joven – ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No – dijo el viejo.
- ¿Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne? – propuso la joven.
- No – repitió el viejo – Harán lo que les digo: tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayan anudado,suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad de volar libremente, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
Este es el conjuro – dijo el anciano – : jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como el águila y el halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos…pero jamás atados.